17 de July, 2023
Cuidar
al cuidador… No es fácil entender al otro y entendernos a nosotros mismos, en
algunos momentos nos perdemos al igual que a las personas que acompañamos …En
este último tiempo hemos perdido mucho, lo que nos genera dolor y éste se incrementa
aún más cuando son cercanos, nos afecta, tenemos miedo y no sabemos cómo actuar,
nos sentimos solos y nos adentramos en un mundo de dolor sintiendo que no
podemos con todo ese peso.
Cuando
eres cuidador el entusiasmo, la entrega, el compromiso, la responsabilidad, la
generosidad entre otros pueden convertirse en factores de riesgo sino se tiene
medida, límites y capacidades para lograr distanciarse y autorregular las
situaciones laborales y personales que se puede perder de vista el sentido del
cuidador.
Somos
humanos y sentimos, nos entrenan para escuchar y nos dicen que somos psicólogos,
pero ¿Qué tan preparados estamos para acompañar sin contar con otro?, con un
equipo, sin individualidades, que nos llevan a cargar y no ver el riesgo de
trabajar en situaciones de tensión emocional y generar el agotamiento
profesional.
Cuando
la persona se dedica a trabajar en situaciones de tensión emocional, se
descuida en muchas ocasiones su salud biológica, psicológica y espiritual por
la demanda de su labor u omnipotencia idealista, desgastándose y favoreciendo
como dice Roberto Almada, el desaliento profesional.
Este
desaliento profesional, aparece cuando se olvida su propia estructura personal
y vulnerabilidades, comprometiéndose en numerosas tareas para otros y dejándose
llevar por el ambiente sin limitar el ámbito de influencia y recursos
existentes.
Siguiendo
con Almada, nos invita a revisar los recursos personales que pueden contribuir
a disminuir el riesgo y generar cambios a partir de: organizar grupos de
apoyo entre los profesionales, para intercambiar sobre los aspectos
emocionales de la tarea, las frustraciones y éxitos en lo que se hace; otro es
consensuar objetivos claros, realistas y compartidos, también buscar
entre todos respuestas, formación continua, poner al día las competencias
profesionales, facilitar un trabajo creativos y controles periódicos del
desgaste profesional y vacaciones u encuentros para mejorar las relaciones
interpersonales.
Estos
son algunos recursos que pueden disminuir el desgaste y reducir el riesgo que
sirven para favorecer el bienestar y no perder el sentido de lo que se hace en
el trabajo de acompañar a otros.
Patricia Serrano Parra - Psicóloga, Magister
Esta columna de opinión es exclusivo pensamiento de su autor(a) y en nada compromete la línea editorial de este medio de comunicación.